Consejos y cuidados para el gato recién adoptado
14-10-2011
Estamos todavía acostumbrados a considerar a los gatos como unos seres autosuficientes. Pero un gato casero depende de nosotros para muchas cosas más que ponerle la comida o darle un nombre. Y si se trata de un gatito, la atención que le dediquemos los primeros meses será fundamental para disfrutar de la compañía de un gato sano y, muy importante, educado.
EQUIPAMIENTO BÁSICO DE NUESTRO NUEVO AMIGO
• Cubeta para gatos: Lo ideal es que sea lo suficientemente grande como para que entre cómodamente.
• Pala (para retirar las heces).
• Arena absorbente para gatos.
• Comedero y bebedero.
• Alimento especial para gatos, seco y en lata.
• Juguetes para gato (no debe contener piezas pequeñas que pueda tragar): Hay multitud de modelos de juguetes para gatos, desde los simples ratones o muñecos hasta los más sofisticados plumeros o cañas.
• Cepillos y peines (dependiendo de las características de su pelaje).
• Malta (ideal para controlar la eliminación de las bolas de pelo).
• Rascador (debe ser resistente y estable, con el evitaremos que rasque lugares no deseados).
• Transportín: para traslados, visitas al veterinario...
LA LLEGADA A CASA
Cuando un gatito llega a nuestra casa, debemos dejarle que explore todo su nuevo territorio con tranquilidad. La caja de arena la situaremos en un lugar tranquilo y de fácil acceso y sobre todo alejada del lugar donde le pongamos su comida. Deberíamos informarnos de qué es lo que estaba comiendo hasta ese momento para no realizar un cambio brusco de alimentación y provocarle problemas intestinales.
Proporcionar a un gatito la alimentación correcta para su desarrollo ya no es ningún problema. Hoy podemos escoger entre un surtido de alimentos especialmente preparados para gatitos que cubren perfectamente sus necesidades en cuanto a calcio, vitaminas, proteínas (con aminoácidos esenciales, como la taurina), etc. Darle dietas caseras, pese a las altas dosis de cariño que contienen, a veces no sólo es incompleto, sino incluso perjudicial (diarreas por intolerancia a la leche, deformidades del esqueleto por desequilibrios calcio/fósforo, etc.).
Dentro de la elección entre comida húmeda (latas) y seca (pienso), preferimos que predomine siempre la seca debido a sus múltiples ventajas: favorece el cuidado de los dientes, manteniéndolos limpios y fuertes, mayor comodidad ya que se conserva en perfectas condiciones aunque pase tiempo en el comedero, no atrae insectos, y el gatito disfruta cuantas veces quiera de un plato apetitoso a lo largo del día.
Deben tener además agua fresca y limpia a su disposición todo el día.
HIGIENE: PERO... ¿LOS GATOS NO SE LIMPIAN SOLOS?
El pelo: El cuidado del pelo es básico. Es conveniente cepillarles, a los gatos de pelo largo diariamente, para evitar la formación de nudos y más en las épocas de muda ya que es en éstas cuando aparecen problemas intestinales por la aparición de “bolas de pelo”. Estas son acúmulos de pelos en intestino y estómago que impiden la normal defecación y provocan vómitos frecuentes. Para evitarlo, se administra semanalmente o con mayor frecuencia, según la necesidad, jalea de malta, lo que facilita su expulsión.
Si se les acostumbra, con delicadeza, desde pequeñitos se les puede bañar. No es aconsejable bañarlos más de una vez al mes ni emplear productos destinados al hombre, ya que ni el pH ni las necesidades del pelo son las mismas.
Las orejas: Una vez por semana no le vendrá nada mal al gatito una limpieza de oídos, con gasas o toallitas específicas para tal uso. Si presenta abundante cera oscura y se rasca con frecuencia es posible que tenga ácaros en los oídos, un pequeño parásito muy común entre los gatos, que se alimenta de la cera del oído externo. No hay de que preocuparse: no se contagia a los humanos y se elimina en unos días con un sencillo tratamiento.
Las uñas: Las uñas del gato crecen continuamente, y las gastan contra los árboles, la madera...o el sofá del salón y las alfombras. Podemos intentar evitar los desastres domésticos colocando a su alcance rascadores (postes de cuerda o moqueta) lo más tempranamente posible. No debemos obligar al gatito a “rascar” en él ya que entonces no será bien aceptado. Lo que debemos intentar es jugar con él en esa zona con una cuerdecita... para que aprecie lo gustoso que le resulta quedarse enganchado con sus uñas. Las podemos cortar además cada vez que sea necesario con una tijeritas especiales.
La caja de arena: Es fundamental y no debemos descuidar su higiene nunca. Recomendamos que las heces se eliminen diariamente con una paleta.Con ello conseguimos dos objetivos: por un lado sabremos cómo son (demasiado duras, pastosas o bien diarreicas) y por otro evitaremos que el gatito haga sus deposiciones en otro lugar que no sea su caja, cosa que ocurre si ésta se encuentra demasiado sucia.
Fuente: Clínica veterinaria Gattos